domingo, 24 de marzo de 2013

Mariposas de hierro.

Y las mariposas se convirtieron en dagas; los sueños, en pesadillas y las risas, en llantos, dejando claro que todo fue una pérdida de tiempo, que desde el principio la única respuesta fue un "no" y que volví a ser la ilusionada por un truco barato de ilusionistas.

Es irónico cómo en apenas unas horas se puede pasar de desear algo con todas tus fuerzas, a querer pasar página y olvidarte de todo... Pero no puedes hacerlo. El recuerdo te quema la piel cual hierro incandescente, demostrando que lo que comenzó como un juego de niños acabó haciendo que se mezclases churras con merinas y pitos con flautas...

Pensé que tendrías el coraje de parar las cosas a tiempo, de evitar llegar a esto.. Pensé tantas cosas... Y nunca estuve más lejos de la verdad.

Me pregunto si alguna vez me cansaré de equivocarme y de meter tanto la pata, me pregunto si...

¿ Y qué es lo que toca ahora ? Ahora que las mariposas desgarran mis entrañas como si de dagas se tratase, ahora que los sueños a color se han convertido en pesadillas en blanco y negro que me despiertan en mitad de la noche en busca de cordura y ahora que por cada sonrisa que provocaste, has dado lugar a un mar de lágrimas en el que se ahogan las ilusiones de un corazón consumido por la llama que él mismo creó.

Espero que disfrutes del inframundo de sueños del que, orgulloso, presumes ante todos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Es difícil volar cuando esperas la caída.


Y la espera está apunto de terminar. Tanto tiempo dando alas a mis sueños para que creasen las ilusiones de un futuro a tu lado, para que el valor de todas esas esperanzas se decidan en apenas unos segundos. Para que se encienda otra estrella en el firmamento a la que podamos mirar recordando que brilla por nosotros, o para que explote otro volcán y entierre bajo su lava el tiempo y la ilusión perdidos.
Y hay tantas maneras de hallar la respuesta a todas mis dudas... Unas fáciles y seguras, y otras que precisan de coraje y locura para poder encontrarse.
Necesito una pequeña ráfaga que avive las llamas, el pequeño detonante que me dará las fuerzas para olvidarme de las escaleras y tirarme de golpe a la inmensa piscina en la que me esperas.
Los compases los marcamos nosotros, los miedos se arrodillarán ante el valor de intentarlo. Se acercarán las distancias, renacerán los mares...
Porque todo podemos conseguirlo, tan solo falta tu parte, tu pequeño granito de arena para que la balanza termine inclinándose a un lado y a otro...
Recuerda... Lo prometido es deuda.

sábado, 16 de marzo de 2013

Tengo miedo.

Tengo miedo. Me da miedo esta sensación de rozar los sueños con la punta de los dedos, de estar tan cerca de poder alcanzarlos.

Me da miedo ilusionarme para que, después de estar tan cerca, vea cómo todo cae delante de mis ojos sin que pueda hacer nada por evitarlo.

Y es que tiemblo cuando lo pienso y me siento tan pequeña como un grano de arena en una playa de esperanza.

Es tan fácil admitir el miedo... Lo difícil es plantarles cara a esos miedos. Hacerse grande e ir a comerse el mundo, dando pasos firmes siempre hacia delante.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Sensaciones...


Y no puedo hacer otra cosa que odiar esa sensación. Esta melancolía que me recuerda todas aquellas tímidas sonrisas, todas aquellas miradas cómplices, esos sueños interminables a tu lado, los silencios perdidos el uno en la mirada del otro...
Odio volver a recorrer las calles por las que paseamos, ignorando todo lo que sucedía a nuestro alrededor.
Odio escuchar nuestras canciones y recordar que ya no estás aquí.
Odio extrañar la sensación de estar en una nube que solo conocíamos tu y yo.
Odio no poder olvidar tu sonrisa y tener que soñar con ella noche tras noche.
Odio no poder pasar del capítulo en el que me miraste a los ojos diciendo tanto sin articular palabra alguna...
Y todo esto es porque te necesito, no puedo dormir sabiendo que mañana va a ser otro día y no voy a estar junto a ti.
Y ahora solo queda un corazón helado. Un corazón frío como la nieve que , de tanto sangrar, abandona el sueño de amar. 

Un corazón que no quiere volver a sentir el calor del fuego. Uno oscuro y misterioso como la noche que nada sobre lágrimas de dolor.


Un corazón que, agotado de tanto trabajo de intentar olvidar, reclama sus vacaciones.


Un corazón temeroso de sufrir más, pero también de equivocarse de nuevo, de tomar un camino equivocado y de complicarlo todo más...


Un corazón cansado de vivir tantas veces el mismo cuento, que no para de preguntarse: " ¿ Y si las dos opciones son erróneas?..."
Ya no quedan fuerzas para luchar, para nadar a contracorriente, para escalar montañas... Ya se han perdido las ilusiones en el mar. Allí están, hundiéndose entre los pececillos de colores.

Ha sido poco tiempo, pero ha dado para tantos sueños... Sueños que ahora desaparecen en el olvido. ¿ Y por qué ? ¿ Por ir quizá muy deprisa ? ¿ Por no pararse a respirar y disfrutar de las vistas ? ¿ Por anhelarte cada segundo que pasa ? 


Cualquier persona cuerda que lo pensase, lo tacharía de imposible... Diría que somos dos mundos diferentes.


Y... Cualquier persona enamorada, nos gritaría que lo intentásemos, que los imposibles son para romperlos... Al igual que la distancia.


Pero... ¿ y tú ? Por muchas opiniones que pida, la única imprescindible será la tuya... La misma que me falta...

lunes, 11 de marzo de 2013

El miedo que anula la voluntad


Y de repente, sientes algo moverse dentro de tu pecho. Un latido diferente a los de antes, un latido que busca la respuesta de otro.

¿ Cuánto tiempo latirá así ? No lo sé. Solo sé que hay algo que intenta contener ese latido, que algo acobardado derramando lágrimas pide valor para poder afrontar el reto, para poder tirar de esto hacia delante sin miedo de las consecuencias.
¿Cómo avanzar si todos los pasos que doy son en el sitio, si no me atrevo a contar en voz alta las veces que recuerdo tu sonrisa?

¿Cómo luchar contra ese miedo que anula toda voluntad?